Coñac Peinado, la botella del millón.
Un coñá! Aún recuerdo cuando hace veinte años las barras de los bares por la mañana trabajaban frenéticamente y la banda sonora era de los portas de la cafetera golpeando en el cajón de los posos del café y las botellas vacías cayendo en la papelera, el olor del café estaba mezclado con el del anís, brandy, ponche y patxarán que reinaban en las copitas de balón pequeñas y los vasos de tubo con dos hielos que no llegaban a derretirse. Es un pasado tan real como incómodo, hoy es algo casi impensable.
De todas las marcas de Brandy posibles aún resuenan con tono grave y notable dos marcas de Tomelloso, y hoy vengo a hablarles del Coñac Peinado, que tiene historia y muchas anécdotas, yo traigo una:
Cariñosamente la llamo «La botella del millón» porque en todos los pueblos hay un bar o feliz propietario que la exhibe como la joya que es, o fue. Y llevo muchos años escuchando la célebre frase que nunca sabré ni me importa si es real, pero es magnífica:
…me daban un millón de pesetas y no la vendí.
(a veces eran cien mil pesetas)
Para mí es una joya que tiene una historia muy bonita detrás, dame un minuto, mira el vídeo y te cuento:
A pesar de que las palabras Coñac y Champán son españolas se refieren a productos con indicación geográfica actualmente protegida, el vino espumoso «Champagne » solo se puede llamar así si está elaborado en el marco geográfico y con las condiciones que marca su AOC o Denominación de Origen controlada/ controladora. Así le pasa al «Cognac» que se elabora en la Comarca o departamento de la Charente francesa. Para no entrar en tecnicismos, el Coñac sólo se puede llamar así si es Cognac francés, pero hubo una excepción que unió Francia con Tomelloso por muchos años.
En 1868 llegó a Europa desde América un pulgón que arrasó el viñedo, la Filoxera acabó con la mayor parte del viñedo y algunos países como Francia se vieron obligados a comprar vinos y destilados a países menos dañados por la plaga, así Tomelloso y nuestro protagonista comenzaron a crecer en cantidad, calidad y popularidad. En el siglo XIX aún se permitía usar el nombre de coñac y se registró la marca Coñac Peinado al ser un brandy que se elaboraba con las mismas pautas que el Cognac, de hecho tenían grandes clientes franceses que estaban encantados por la calidad del producto, y así hasta 1972 por derecho propio.
Hoy por hoy la marca elabora grandes brandy reconocidos mundialmente como Brandy Peinado, de Tomelloso, personalmente tengo debilidad por este producto por su calidad y procedencia, ya sabéis… Cuando tengo oportunidad no sé de mejor final a una comilona y si es junto a un buen puro, pues miel sobre hojuelas mirusté.