No me canso de decir que un vino suele parecerse a quién lo hace o al menos a mí me da esa impresión, serán cosas mías pero este vino está en el corte de Jesús Recuero, dame un minutillo y te lo cuento:
Insisto en que Jesús Recuero tiene un estilo y una impronta que reflejan sus vinos, así este vino blanco aparentemente sencillo es un vino amable sutil calmado quién sabe adaptarse a cualquier momento. El de hoy es un coupage de variedades tradicionales de la comarca de la antigua Guzquia Airén, Gordal, Pardillo y Malvar elaboradas con la mano y arte de Jesús en tinajas de hormigón
Os presento uno de los vinos que más me han gustado hasta ahora, es un vino blanco seco, varietal de Airén del país, la interpretación de una variedad de uva muy antigua por parte del maestro Jesús Recuero, procedente de viñedos viejos de poca producción, de secano, cultivo ecológico y elaboración natural, y en tinaja Alcardeteña elaborada por artesanos villarrobledenses con barro toboseño, ¡toma ya!.
Vinos sin complejos, sin maquillaje
Adán Israel
Este vino sale al mercado después de una elaboración de las que ya nadie hacía, pero ahora todos sueñan o celebran, maceración pelicular larga, fermentación a su tran tran, sin más que un filtrado higienizante y sin complejos por «la coló anaranjá» que decía un compadre mío. Vinos de los de antes, vinos sin complejos, vinos sin venenos, Orange wines, de la tierra… Para mí es un vino con un gran potencial gastronómico y cultural, la arqueología y Recuero van de la mano, no solo con las terras sigillata sino con la investigación ampelográfica y enológica.
Calambur es una figura retórica de dicción, un recurso fonético que al variar las sílabas de dos o más palabras dan a entender un significado distinto al de la oración original, por ejemplo: «Ave! César de Roma / Aveces arde Roma». Pero Calambur es también una gama de vinos de Jesús Recuero, y el que hoy les presento se llama Calambur Nunca y es un vino blanco seco elaborado a partir de un coupage de las uvas blancas de los campos de la antigua Guzquía, fementación en hormigón y crianza sobre lías de seis meses, con un posterior paso ligero por barrica.
Jesús Recuero es como comúnmente citamos a Don Jesús María Recuero Martínez, ilustre bodeguero alcardeteño que lleva años dando mucho que hablar y más de beber, su fama actual es fruto de años haciendo bien su trabajo y de tener una identidad marcada, una idiosincrasia original, un carácter afable, educado, moderado, hogareño y amante de la charla amena en buena compañía y siempre disfrutando del vino.
Su proyecto, Bodegas Recuero, es una larga tradición familiar ligada a la vitivinicultura desde 1873, la bodega familiar está en el corazón de Villanueva de Alcardete y es el epicentro de un terremoto que tiene su réplica en la Sierra de Gata, Extremadura, con el proyecto Antier.
Antes que nada quiero comentar una obviedad, Jesús y yo somos amigos, tanto que las fotos de postboda me las hicieron en su bodega, tanto que confía en mi cámara para las fotos de sus botellas, alguna tarde de charleta en la bodega descorchando espumosos o de sobremesa en Granero, con una copita de Brandy aviva este buen rollo. Me cae muy bien por esa manera de ser, que refleja en el vino, y sus vinos adoptan el carisma Recuero siendo mejor día a día, paso a paso, como Jesús, que se casó con Mamen, que crían a sus hijos a Carmen y Francisco , que sonríen donde lloraron, embotellan lo vendimiado, y comparten esa vitalidad y ganas de agradar en botellas de tres cuartos o más.
Siempre digo que los vinos se parecen a quien los hace más que los hijos a los padres, y en concreto los vinos de Recuero son reposados, vinos «hechos», redondos, amables y pensados. En la foto aparece Jesús y su padre, que también se dan un aire…
Jesús es pionero de los vinos espumosos de calidad de Castilla La Mancha, he visto fotografías suyas de allá por los ochenta del siglo pasado en los que defendía en alguna feria gastronómica su obra, que hoy por hoy considero magistral. Los vinos espumosos que elabora en Villanueva de Alcardete han pertenecido a Denominación de Origen La Mancha, han sido también en la marca de calidad Cueva, vinos de encuentro, son vinos de la tierra de Castilla y podrían ser vinos de mesa, da igual, es catarlos y percibir que son auténticos, reposados, sin miedo al futuro, con una base de mucha calidad y un saber hacer del que considero maestro de las burbujas manchegas, con mis respetos a todos los productores.
Los vinos tranquilos que elabora Jesús son muy especiales, interviene la tradición y esta pasa por tinaja villarrobledense de barro toboseño, las variedades de uva antiguas, recuperadas de la negligencia de los arrancaviñas que pierden la calma por el kilogrado. En concreto me he declarado muy fan de su Airén «Calambur» que actualmente está a la venta la añada 2015… fíjatetú.
A Jesús le estimula la familia, los amigos, le encanta la música y en concreto la canción «Mediterráneo» cantada por Serrat… Así que se la dedico, con cariño:
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