Hay que decirlo, es una lotería. Un vino con más de veinte años es probable que tenga alguna tara y el que hoy cato es cosecha de 1982, que Naranjito nos ampare….

La cosecha de 1982 en la Denominación de Origen La Mancha fue considerada muy buena, esto como puedes imaginar es muy relativo porque esta denominación de origen es muy extensa y además cada bodega, cada parcela y cada variedad de uva vive el año y sus inclemencias o bondades de una manera distinta, es un fractal de posibles factores que afectan a la cosecha que queda reflejada con una nota global.

Tal y como reza la contraetiqueta está elaborado con Cencibel, que es la sinonimia manchega de la variedad de unta tinta Tempranillo, llamada de varias maneras según la costumbre local, por ejemplo en Cataluña la llaman «Ull de Llebre» que significa ojo de liebre, pero claro está que la comarca el microclima y la viticultura marca las diferencias. En este caso es un vino Reserva D.O. La Mancha, y estos son conocidos como «tercer año», y es porque se les exige un mínimo de crianza en barrica de doce meses y posteriores veinticuatro de botella antes de salir al mercado.

Como puedes ver. la botella la he abierto con la ceremonia del degüelle con tenaza caliente, que me chifla, además es indicado porque el corcho es muy viejo y es muy fácil que esté en mal estado y se rompa al querer extraerlo con un sacacorchos normal, la ceremonia es parte del oficio del Sumiller, y hoy procedía.

Para concluir debo celebrar que el vino estaba delicioso, que tiene un color pardo yodado pero no estaba muy turbio, que separé los posos del vino en la decantación con facilidad, que tiene unos aromas muy agradables que recuerdan en primera instancia al mostillo y al arrope, luego a crema de cassis y especias como la canela y la pimienta rosa…. todo sutil y elegante, que en boca es un placer porque está muy rico, acidez equilibrada, taninos y alcohol imperceptibles y un postgusto largo y agradable, y de veras que este vino casa con todo porque no es sólo una bebida, es la ceremonia del descorche, decantación, comentar la fecha… como el recuerdo de un tiempo feliz rodeado de gente que hace mucho que no ves. Así es beber este tipo de vinos.

El vino sin una historia es sólo vino.

Adán Israel, Sumiller.

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