En la línea que les caracteriza, los primos Toledo Ajenjo han elaborado un vino recuperando una variedad de uva en peligro de extinción, mira la cata y luego te comento, dame un minuto:

la variedad de uva Tinta de la Pámpana Blanca es autóctona de Toledo y en algunas localidades de Ciudad Real también la hay, incluso en La Rioja Baja se la ha conocido pero no se prodiga. habitualmente se la ha conocido como una uva de mucha producción con buen grado alcohólico, pero Jesús Toledo ha decidido explotar al máximo el potencial de esta variedad de uva, haciendo un rico vino tinto envejecido un año en barrica. Punto para GarageWine.

Como todo lo bueno tiene un factor sentimental, éstas uvas fueron un regalo de la desaparecida tía Luci que fue víctima del puñetero cáncer, y sus sobrinos Jesús y Julián han decidido hacer una etiqueta con sus ojos, recordando su cara entre flores y colorido, y además donar un porcentaje del coste de la botella a la fundación CAICO, que luchan contra el cáncer infantil, todo con un cariño especial.

poco más de 400 botellas con una embajadora del potencial enológico de Castilla La Mancha, una prueba más del error del kilogrado y de la política de arranque de viñedos viejos. Vergüenza nacional que está quitando del panorama estas joyas gastronómicas que se pueden considerar patrimonio en riesgo de desaparición. Bravo por la iniciativa de Jesús Toledo y Julián Ajenjo que demuestran que esta variedad cultivada como se merece y elaborada con cuidado produce exquisito vino, maduro, complejo y equilibrado, una obra de arte mirusté.

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