Esta fotografía no es de hoy, sinceramente no recuerdo muy bien de cuando es pero sí cómo la hice y la de amigos y contactos de redes sociales que me dijeron que les gustó mucho. Hay un montón de fotógrafos quintanareños que tienen fotos parecidas, anteriores y posteriores a esta, es algo inevitable y que no me afecta ni preocupa, esta es el resultado de haber pasado por ahí una noche al cierre de Granero y comprobar que apenas chispeaba, aparcar el coche de mala manera con la vana confianza de que a esas horas no molestaría a nadie (tuve que moverlo porque me equivoqué), y usar el trípode para una exposición larga debido a la poquita luz ambiental y ahí empezar a pensar que se podía hacer mejor, el mal del fotógrafo aficionado, que si filtros por las farolas, que di el disparador remoto, que si patatín o patatán…

La pintura es una Dulcinea del Toboso enorme, creo que la más grande que he visto, es obra de MILU Correch que a pesar de todo llevó a cabo allá por el 2013 en el corazón de Quintanar de la Orden, Toledo, donde habito desde 2008 y que poco a poco voy conociendo y comparto, gracias por leerme.

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