Ser camarero es lo que tiene, siempre lo digo, atiendes igual a un mendigo que un Rey, y en el camino conoces gente maravillosa, de la que suma, de la que no hace falta conocer de siempre para tener un buen rollo constante y una simpatía latente. Es mi caso con Mario Vela, un pintor y escultor de Quintanar de la Orden al que conocí sirviendo un evento familiar en su casa hace unos años, y hasta hoy que he visitado su exposición en el espacio-Arte El Dorado de Quintanar, le he pedido permiso para hacerle un par de fotos y no le dije que iba a «rajar de él».

Mario Vela, versión original. Así se titula la exposición que se puede ver en el espacio El Dorado de Quintanar de la Orden, de la fundación Amelia Moreno. Y es que Mario lleva años produciendo arte y repartiendo la alegría que le caracteriza, es un artista con marcada personalidad y sobre todo sus figura son muy reconocible por el rostro y cómo trata el color. Así es él, auténtico y sin complejos.

Mario Vela es proactivo, y también es muy activo en las redes sociales, os dejo enlace a su página web:

Este artista quintanareño y madrileño es, además el marido de Paloma, padre de Tomás y Lola, «comparte casa y medios» también con su perro Chusky y su gata Muriel, amigo de sus amigos, uno de los clientes que te alegra de ver pasar por la puerta y su arte es así, alegre y colorido, con mucho fondo y con una idiosincrasia marcada, mención especial a su obra digital, este formato lo trabaja estupendamente y doy fe por los videos que comparte y por lo que vi hoy:

Por ir terminando, me siento afortunado de conocerle, disfruto mucho de su arte plástico y su encanto personal, quiero presumir de que es manchego y que suma valor, Quintanar de la Orden es más bonita con él, por eso brindo a su salud y le dedico un ¡Mucha Mancha, pitorra!.

Pin It on Pinterest

Shares
Share This