Decidido, éste miércoles es el día, llamaré a Guillermo y le reservo mesa para hacerle la visita que le prometí hace mucho, demasiado tiempo, y de paso disfruto del ARROZ con mayúsculas de esta localidad «llena de Gracia» (Ntra. Sra. De Gracia es la patrona).
Guillermo puede presumir de local coquetón en el centro de la ciudad minera, es bonito y tiene varios ambientes diferenciados, desde la terraza al comedor interior:
Le saludo y a sus compañeros en la cocina, está pensada para que se vea la higiene y pulcritud con la que trabaja, y por ende ver él también a sus clientes y recibirlos con esa campechanía manchega
después de saludos y ojear instalaciones y carta le pido los imprescindibles, que amablemente procede a servirme:
Rico pan, texturas distintas para un elemento indispensable de nuestra Gastronomía,
La ensaladilla, debo decir que no soy yo mucho de platos fríos y que nunca la tuve en mayor estima que a un aperitivo puntual. Pero ésta me la comí encantado porque era fresca y ligera.
Una de mis debilidades carnales son las croquetas, con ellas me hago una idea del estilo y gusto del cocinero o gestor, éstas eran de jamón y estaban buenas.
Torreznos, torreznillos o torreznetes. Cómo más te guste, y éstos salta a la vista como son, sencillos y sabrosos, sin florituras.
Llega el momento más deseado de la tarde, la paella en manos del arrocero y su obra coronada de gambas, procede a mover un poco el grano y con un ¡Que aproveche! Nos deja de meterle mano , tenedor y cuchara.
Buen grano, en su punto, no es un arroz al uso ni en la moda de sabores fuertes a base de fondos concentrados, es amable y se deja comer con mucho gusto.
La época manda y además está de moda, hay postres inevitables como la torrija elaborada en la casa y servida con helado de canela y crema casi mousse de vainilla.
La tarta de queso creo se ha convertido en la reina de las cartas de postres. Y al igual que las croquetas es una declaración de principios. Esta era cremosa y bien acompañada de un helado de gusto suave creo de leche merengada
Café y nada, que hay que volver a casa y el coche no quiere tonterías. Buen café y también buen sabor de boca con la obra de Guillermo Aguilar, y es que no hay nada mejor que hacer lo que te gusta, y este señor disfruta con su oficio. Gracias por ser así, ha sido un placer.
Arroz&Roll by Guillermo Aguilar está en la calle Santa Ana número 8 de Puertollano. Puedes reservar llamando al teléfono 647625674.
#MuchaMancha