Premio Miguel de Cervantes de Gastronomía mejor carta de vinos.

Premio Miguel de Cervantes de Gastronomía mejor carta de vinos.

La carta de vinos del Restaurante Granero tiene mucho fondo, doy fe porque llevo elaborándola doce años y ha cambiado mucho, como los tiempos mismos, pero el objetivo de esta es satisfacer al cliente y el de granero es muy variada.

Por supuesto que la carta de vinos de Granero tiene un porcentaje alto de vinos de Castilla La Mancha, ¡faltaría más!, no es cabezonería que es sentido común y ganas de hacer feliz al cliente. Entendemos que en una región tan extensa como Castilla La Mancha con 990 localidades repartidas en cinco provincias, con cuatro cuencas hidrográficas y veinte denominaciones de origen vinícolas hay como para copar la mayoría de referencias de un listado que está para acompañar una carta de platos con mayoría también de productos de cercanía.

Al principio fue una carta con variaciones constantes de referencias que se unían y otras que salían por causas distintas, luego durante años hice la carta mensual, con unas sesenta referencias de las que rotaban diez o doce cada mes en función de la carta de platos entre otros motivos. Al final nos quedamos con la carta de vinos estacional, es la más lógica y cómoda, un centenar de referencias de las que una veintena cambia en función de la climatología y a la par, de la mano de la carta de platos y del producto de temporada.

¿Acaso apetece el mismo vino en Enero que en Agosto?

Llueve en Quintanar

Llueve en Quintanar

Esta fotografía no es de hoy, sinceramente no recuerdo muy bien de cuando es pero sí cómo la hice y la de amigos y contactos de redes sociales que me dijeron que les gustó mucho. Hay un montón de fotógrafos quintanareños que tienen fotos parecidas, anteriores y posteriores a esta, es algo inevitable y que no me afecta ni preocupa, esta es el resultado de haber pasado por ahí una noche al cierre de Granero y comprobar que apenas chispeaba, aparcar el coche de mala manera con la vana confianza de que a esas horas no molestaría a nadie (tuve que moverlo porque me equivoqué), y usar el trípode para una exposición larga debido a la poquita luz ambiental y ahí empezar a pensar que se podía hacer mejor, el mal del fotógrafo aficionado, que si filtros por las farolas, que di el disparador remoto, que si patatín o patatán…

La pintura es una Dulcinea del Toboso enorme, creo que la más grande que he visto, es obra de MILU Correch que a pesar de todo llevó a cabo allá por el 2013 en el corazón de Quintanar de la Orden, Toledo, donde habito desde 2008 y que poco a poco voy conociendo y comparto, gracias por leerme.

Mario Vela.

Mario Vela.

Ser camarero es lo que tiene, siempre lo digo, atiendes igual a un mendigo que un Rey, y en el camino conoces gente maravillosa, de la que suma, de la que no hace falta conocer de siempre para tener un buen rollo constante y una simpatía latente. Es mi caso con Mario Vela, un pintor y escultor de Quintanar de la Orden al que conocí sirviendo un evento familiar en su casa hace unos años, y hasta hoy que he visitado su exposición en el espacio-Arte El Dorado de Quintanar, le he pedido permiso para hacerle un par de fotos y no le dije que iba a «rajar de él».

Mario Vela, versión original. Así se titula la exposición que se puede ver en el espacio El Dorado de Quintanar de la Orden, de la fundación Amelia Moreno. Y es que Mario lleva años produciendo arte y repartiendo la alegría que le caracteriza, es un artista con marcada personalidad y sobre todo sus figura son muy reconocible por el rostro y cómo trata el color. Así es él, auténtico y sin complejos.

Mario Vela es proactivo, y también es muy activo en las redes sociales, os dejo enlace a su página web:

Este artista quintanareño y madrileño es, además el marido de Paloma, padre de Tomás y Lola, «comparte casa y medios» también con su perro Chusky y su gata Muriel, amigo de sus amigos, uno de los clientes que te alegra de ver pasar por la puerta y su arte es así, alegre y colorido, con mucho fondo y con una idiosincrasia marcada, mención especial a su obra digital, este formato lo trabaja estupendamente y doy fe por los videos que comparte y por lo que vi hoy:

Por ir terminando, me siento afortunado de conocerle, disfruto mucho de su arte plástico y su encanto personal, quiero presumir de que es manchego y que suma valor, Quintanar de la Orden es más bonita con él, por eso brindo a su salud y le dedico un ¡Mucha Mancha, pitorra!.

GarageWine Garnacha Tintorera

GarageWine Garnacha Tintorera

De pequeños proyectos grandes resultados, o algo así… El caso que esta maravilla gastronómica es un regalo que hace Quintanar de la Orden a el mundo, de mano de los primos Toledo Ajenjo, un par de jóvenes emprendedores con las ideas muy claras y con ganas de demostrar el gran potencial de las variedades casi extintas de uva, esas menospreciadas que se han mantenido con la poda en vaso, de secano, las castigadas por el kilogrado cooperativista.

La Garnacha Tintorera es una variedad relacionada con la comarca y Denominación de Origen Almansa, pero es también cultivada en Galicia, Bierzo, Jumilla y Valencia; En el resto del mundo es conocida por otro nombre, «Alicante Bouschet», y es un cruce de mediados del siglo diecinueve entre Garnacha y la Petit Bouschet, una variedad de uva tinta con la pulpa coloreada, lo que históricamente la relacionó en coupages para aportar puntos de color a vinos «menos vestidos».

La tinta más tinta también es muy polifacética, así que no he catado dos iguales y éste sería un ideal (para mí), de capa alta y con destellos de juventud a pesar de tener más de un año de crianza en barrica, nariz espléndida y compleja , con los matices de la crianza sólo sazonando, no tapando. Pero si quieres saber qué me ha parecido, te lo digo en menos de un minuto en el siguiente vídeo:

Quintanar de la Orden.

Quintanar de la Orden.

Quiero empezar despacio, por lo cercano y frecuente, así que comienzo mis relatos sobre lugares de Castilla La Mancha con Quintanar de la Orden, mi hogar.

Hace doce años que vine a vivir a Quintanar y sigo asombrándome a menudo, porque es muy desconocida incluso para sus paisanos entre los que me incluyo. No voy a entrar en muchos detalles ni voy a hacer copiopego de la Wikipedia, os voy a contar lo que creo fundamental, para eso este es mi blog, ea!

Quintanar está en el centro de Castilla La Mancha sí, es el ombligo y estamos a hora y poco de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y algo (mucho) más de Guadalajara. es provincia de Toledo y toca literalmente la provincia de Cuenca; y entre nuestros vecinos tenemos Villanueva de Alcardete, Los Hinojosos, Mota del Cuervo, El Toboso, Miguel Esteban y Puebla de Almoradiel, los más cercanos linderos.

Con los pasos habituales de una cata, os cito mi actual punto de vista, olfato y gusto de Quintanar de la Orden, en marzo del 2020:

Quintanar de la Encina al principio, de la Orden (de Santiago) actualmente es un municipio Toledano rodeado de viñedo y monte, ronda los 11.000 habitantes y es amplio, no abusa de las alturas ni es todo planta baja, no destaca por ser de blanco y añil ni de piedra vista, desde lejos se la reconoce muy bien por las tres torres que la marcan, la de la ermita de la Virgen de la Piedad, patrona Quintanarense, la torre de la iglesia de Santiago y una torre de pisos que casi iguala a la iglesia, y en la que pintaron dos graffiti de una preciosa Dulcinea del Toboso obra de MILU Correch y un curioso Quixote obra de INTI. De lejos también se aprecia los depósitos que llenan la cooperativa ENTREMONTES, no en vano estamos en La Mancha y producimos mucho vino. Entrando cabe nombrar su bonito parque, paseo arbolado y su plaza principal se llama de Miguel Echegaray pero se la conoce por la plaza de los carros, y es que la situación de Quintanar de la Orden la convirtió en parada y fonda entre Madrid y Levante, y en esa plaza quedaban muchos carros y carretas, lo que le dio el sobrenombre que ahora luce con una estatua con forma de carro. Esculturas que citan la Semana Santa muy celebrada y al Quixote, Quintanar cuida la cultura y sus pinturas murales por todo el pueblo lo afirman y colorean las calles principalmente sobrias.

Abanico de aromas complejo y completo, huele a chocolate, a Anís, Aceite y Queserías, Vermú y Pan, sí, con mayúsculas, porque Quintanar puede presumir de panaderos. Huele a carpintería, también huele a colonias y perfumes de limpiadores, su bouquet es muy compejo como su industria.

El gusto de conocer Quintanar comienza visitando su hostelería, desde un buen chocolate Josefillo con los churros de los hermanos Torremocha, a la hora del aperitivo donde un Vermouth Mila con una tapita de Quesos Rosillo o Barrajón, o de los ibéricos de Placido hará las delicias del afortunado visitante, A la hora de comer tiene un surtido completo de oferta, permitirme que recomiende la que considero como mi casa, el restaurante Granero que lleva desde 1968 dando de comer y beber, comenzando como un bar de carretera a las afueras del pueblo y siendo actualmente un restorán consolidado, en el que la parte de la barra guarda su caracter informal y oferta racioneo y picoteo y oferta un salón comedor donde se sirve una carta completa y un buen menú degustación, recomendado en la Guía Michelin y en la Guía Repsol. por la tarde se puede disfrutar de los dulces elaborados por las monjitas Trinitarias , o bombones de Ibercacao con un licor DROLS o un Anís La Asturiana, con un poco de suerte asistir a alguna exposición en la Ermitilla y cenar de picoteo en cualquier bar del centro, hay corte.

En conclusión, Quintanar es ecleptico, complejo y tiene una idiosincrasia marcada por los cientos de años siendo lugar de paso, cuando el tránsito traía visitantes y el comercio no daba abasto, cuando la demanda superó a la oferta, ahora está reciclándose, su industria ha sobrevivido la peor crisis, y mira al futuro con el optimismo que distingue al manchego, sufrido y sonriente, ¡Pitorra!.

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