Calambur Nunca

Calambur Nunca

Calambur es una figura retórica de dicción, un recurso fonético que al variar las sílabas de dos o más palabras dan a entender un significado distinto al de la oración original, por ejemplo: «Ave! César de Roma / Aveces arde Roma». Pero Calambur es también una gama de vinos de Jesús Recuero, y el que hoy les presento se llama Calambur Nunca y es un vino blanco seco elaborado a partir de un coupage de las uvas blancas de los campos de la antigua Guzquía, fementación en hormigón y crianza sobre lías de seis meses, con un posterior paso ligero por barrica.

Mario Vela.

Mario Vela.

Ser camarero es lo que tiene, siempre lo digo, atiendes igual a un mendigo que un Rey, y en el camino conoces gente maravillosa, de la que suma, de la que no hace falta conocer de siempre para tener un buen rollo constante y una simpatía latente. Es mi caso con Mario Vela, un pintor y escultor de Quintanar de la Orden al que conocí sirviendo un evento familiar en su casa hace unos años, y hasta hoy que he visitado su exposición en el espacio-Arte El Dorado de Quintanar, le he pedido permiso para hacerle un par de fotos y no le dije que iba a «rajar de él».

Mario Vela, versión original. Así se titula la exposición que se puede ver en el espacio El Dorado de Quintanar de la Orden, de la fundación Amelia Moreno. Y es que Mario lleva años produciendo arte y repartiendo la alegría que le caracteriza, es un artista con marcada personalidad y sobre todo sus figura son muy reconocible por el rostro y cómo trata el color. Así es él, auténtico y sin complejos.

Mario Vela es proactivo, y también es muy activo en las redes sociales, os dejo enlace a su página web:

Este artista quintanareño y madrileño es, además el marido de Paloma, padre de Tomás y Lola, «comparte casa y medios» también con su perro Chusky y su gata Muriel, amigo de sus amigos, uno de los clientes que te alegra de ver pasar por la puerta y su arte es así, alegre y colorido, con mucho fondo y con una idiosincrasia marcada, mención especial a su obra digital, este formato lo trabaja estupendamente y doy fe por los videos que comparte y por lo que vi hoy:

Por ir terminando, me siento afortunado de conocerle, disfruto mucho de su arte plástico y su encanto personal, quiero presumir de que es manchego y que suma valor, Quintanar de la Orden es más bonita con él, por eso brindo a su salud y le dedico un ¡Mucha Mancha, pitorra!.

GarageWine Garnacha Tintorera

GarageWine Garnacha Tintorera

De pequeños proyectos grandes resultados, o algo así… El caso que esta maravilla gastronómica es un regalo que hace Quintanar de la Orden a el mundo, de mano de los primos Toledo Ajenjo, un par de jóvenes emprendedores con las ideas muy claras y con ganas de demostrar el gran potencial de las variedades casi extintas de uva, esas menospreciadas que se han mantenido con la poda en vaso, de secano, las castigadas por el kilogrado cooperativista.

La Garnacha Tintorera es una variedad relacionada con la comarca y Denominación de Origen Almansa, pero es también cultivada en Galicia, Bierzo, Jumilla y Valencia; En el resto del mundo es conocida por otro nombre, «Alicante Bouschet», y es un cruce de mediados del siglo diecinueve entre Garnacha y la Petit Bouschet, una variedad de uva tinta con la pulpa coloreada, lo que históricamente la relacionó en coupages para aportar puntos de color a vinos «menos vestidos».

La tinta más tinta también es muy polifacética, así que no he catado dos iguales y éste sería un ideal (para mí), de capa alta y con destellos de juventud a pesar de tener más de un año de crianza en barrica, nariz espléndida y compleja , con los matices de la crianza sólo sazonando, no tapando. Pero si quieres saber qué me ha parecido, te lo digo en menos de un minuto en el siguiente vídeo:

Marisol Rubio CIPMA II

Marisol Rubio CIPMA II

Es algo habitual citar el nombre de Pedro Ximénez y que la gran mayoría lo relacione con vino dulce, es normal, posiblemente sea los vinos más conocidos e incluso reconocidos, pero hoy aprovecho y comento para solaz de muchos, que es el nombre de una variedad de uva blanca, y con ella se pueden elaborar multitud de vinos. Aún recuerdo que cuando me enseñaban sobre ella hace ya años, me contaban que su leyenda trata de un soldado de los tercios españoles, de nombre Peter Siemens y de procedencia alemana, que trajo la variedad que se cultivaba en su tierra natal y que implantó en el norte cordobés, Montilla o Moriles, donde la variedad se ha convertido en la reina y su reino se ha extendido hasta Jerez y Toledo, mirusté.

El vino que hoy me ocupa tiene una bonita historia aparte de la citada de Peter el alemán, y es que se trata de un homenaje de sus hijos a Marisol Rubio, que falleció joven por el maldito cáncer y su familia honra la memoria con una marca común de aceite y vino. de hecho el vino primero se llamó Marisol Rubio, la añada 2018 que fue elaborada en Villanueva de Alcardete, Toledo, por el maestro Jesús Recuero para los hermanos Jorge y Piedad, que daban forma a este bonito proyecto de la mano de su padre Cipriano, agricultor que cuida este primer Pedro Ximénez manchego. De ahí que esta añada, que ha sido elaborada por Bodegas Muñoz, se llame CIPMA, que es acrónimo de Cipriano y Marisol.

Hay dos CIPMA (I & II), el que hoy nos ocupa es un monovarietal de Pedro Ximénez procedente de un único viñedo alcardeteño (La Rizosa) con fermentación y seis meses de barrica de roble americano, con una producción de 2.220 botellas nada más. Para más detalle mira la rapidcata del video a continuación:

Quintanar de la Orden.

Quintanar de la Orden.

Quiero empezar despacio, por lo cercano y frecuente, así que comienzo mis relatos sobre lugares de Castilla La Mancha con Quintanar de la Orden, mi hogar.

Hace doce años que vine a vivir a Quintanar y sigo asombrándome a menudo, porque es muy desconocida incluso para sus paisanos entre los que me incluyo. No voy a entrar en muchos detalles ni voy a hacer copiopego de la Wikipedia, os voy a contar lo que creo fundamental, para eso este es mi blog, ea!

Quintanar está en el centro de Castilla La Mancha sí, es el ombligo y estamos a hora y poco de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y algo (mucho) más de Guadalajara. es provincia de Toledo y toca literalmente la provincia de Cuenca; y entre nuestros vecinos tenemos Villanueva de Alcardete, Los Hinojosos, Mota del Cuervo, El Toboso, Miguel Esteban y Puebla de Almoradiel, los más cercanos linderos.

Con los pasos habituales de una cata, os cito mi actual punto de vista, olfato y gusto de Quintanar de la Orden, en marzo del 2020:

Quintanar de la Encina al principio, de la Orden (de Santiago) actualmente es un municipio Toledano rodeado de viñedo y monte, ronda los 11.000 habitantes y es amplio, no abusa de las alturas ni es todo planta baja, no destaca por ser de blanco y añil ni de piedra vista, desde lejos se la reconoce muy bien por las tres torres que la marcan, la de la ermita de la Virgen de la Piedad, patrona Quintanarense, la torre de la iglesia de Santiago y una torre de pisos que casi iguala a la iglesia, y en la que pintaron dos graffiti de una preciosa Dulcinea del Toboso obra de MILU Correch y un curioso Quixote obra de INTI. De lejos también se aprecia los depósitos que llenan la cooperativa ENTREMONTES, no en vano estamos en La Mancha y producimos mucho vino. Entrando cabe nombrar su bonito parque, paseo arbolado y su plaza principal se llama de Miguel Echegaray pero se la conoce por la plaza de los carros, y es que la situación de Quintanar de la Orden la convirtió en parada y fonda entre Madrid y Levante, y en esa plaza quedaban muchos carros y carretas, lo que le dio el sobrenombre que ahora luce con una estatua con forma de carro. Esculturas que citan la Semana Santa muy celebrada y al Quixote, Quintanar cuida la cultura y sus pinturas murales por todo el pueblo lo afirman y colorean las calles principalmente sobrias.

Abanico de aromas complejo y completo, huele a chocolate, a Anís, Aceite y Queserías, Vermú y Pan, sí, con mayúsculas, porque Quintanar puede presumir de panaderos. Huele a carpintería, también huele a colonias y perfumes de limpiadores, su bouquet es muy compejo como su industria.

El gusto de conocer Quintanar comienza visitando su hostelería, desde un buen chocolate Josefillo con los churros de los hermanos Torremocha, a la hora del aperitivo donde un Vermouth Mila con una tapita de Quesos Rosillo o Barrajón, o de los ibéricos de Placido hará las delicias del afortunado visitante, A la hora de comer tiene un surtido completo de oferta, permitirme que recomiende la que considero como mi casa, el restaurante Granero que lleva desde 1968 dando de comer y beber, comenzando como un bar de carretera a las afueras del pueblo y siendo actualmente un restorán consolidado, en el que la parte de la barra guarda su caracter informal y oferta racioneo y picoteo y oferta un salón comedor donde se sirve una carta completa y un buen menú degustación, recomendado en la Guía Michelin y en la Guía Repsol. por la tarde se puede disfrutar de los dulces elaborados por las monjitas Trinitarias , o bombones de Ibercacao con un licor DROLS o un Anís La Asturiana, con un poco de suerte asistir a alguna exposición en la Ermitilla y cenar de picoteo en cualquier bar del centro, hay corte.

En conclusión, Quintanar es ecleptico, complejo y tiene una idiosincrasia marcada por los cientos de años siendo lugar de paso, cuando el tránsito traía visitantes y el comercio no daba abasto, cuando la demanda superó a la oferta, ahora está reciclándose, su industria ha sobrevivido la peor crisis, y mira al futuro con el optimismo que distingue al manchego, sufrido y sonriente, ¡Pitorra!.

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